La fragilidad de la reputación.
En un entorno empresarial cada vez más competitivo, en el que los sistemas de comunicación trasladan información cada vez con mayor rapidez y cada día más lejos, la opinión del mercado gana un protagonismo esencial en el futuro y en la sostenibilidad de cualquier empresa.
Hablamos del impacto que una determinada situación adversa puede causar en la imagen de nuestra marca, impidiendo o dificultando la realización de negocios.
El delito y el daño reputacional.
La comisión de un delito por empleados o directivos en el seno de la empresa es un riesgo inherente a la actividad empresarial.
El riesgo “0” no existe y no es posible asegurar que nunca ocurrirá un evento negativo, así como que uno de nuestros empleados no cometa un delito de aquellos que derivan la responsabilidad a la empresa y al órgano de administración.
Hoy es una realidad que, frente a un hecho litigioso, los medios y las RRSS tardan minutos en transmitir toda suerte de imágenes y comentarios que, de manera vertiginosa, proclaman un veredicto condenatorio. Los grupos de interés toman nota de ello inmediatamente y la reputación de la organización puede llegar a sufrir daños irreparables, aunque, finalmente, el litigio arroje una sentencia absolutoria.
La respuesta es compliance
La ley genera propuestas para que las empresas se autorregulen y administren el riesgo de cometer delitos mediante los llamados sistemas de cumplimiento o compliance.
Es tan posible que en cualquier organización se cometan delitos que tener implementado un compliance se configura como la herramienta que permite gestionar adecuadamente los riesgos de que sean cometidos y mitigar su impacto.
Se trata de generar una cultura de cumplimiento; se trata de poder mostrar al tribunal, antes de que la empresa sea imputada, que han sido tomadas todas las medidas a su alcance para evitar la comisión de delitos en su seno. El objetivo: que no haya imputación a la empresa y que su reputación quede indemne.
¿Qué proponemos en Tirant-Compliancers?
Que no pierda de vista la perspectiva reputacional del compliance y su valor estratégico para proyectar una identidad de ética corporativa y de buenas prácticas y, de tal forma, evitar una crisis de consecuencias irreparables.
Que considere la implementación de un programa de cumplimiento como una inversión que le aportará protección a su reputación corporativa.
Que valore la adecuada elección de un software profesional que le ayude a realizar un gran trabajo.
¿Necesita una solución de compliance?
Si les interesa conocer más sobre nuestro software de compliance, puede visitar nuestra web www.compliancesofficers.com.
Será un placer proponerles una demo online y responder a sus preguntas e inquietudes.