Tras 6 años de contacto con nuestros licenciatarios, a los que agradecemos el feedback de su experiencia con el compliance, podemos afirmar que es predominante la convicción de que el Compliance está siendo cada día más valorado por los stakeholders y, de manera muy especial, por los clientes y consumidores de la empresa.
Es lo cierto que cada día cobra más valor el hecho de que al entorno de trabajo de cualquier empresa le importa que las cosas se hagan bien, más allá de las condiciones de precio y calidad que pueda ofrecerse al mercado.
El desafío del empoderamiento
El desafío del abogado es lograr el empoderamiento de la dirección de la empresa cliente en el Compliance para que perciba el valor de trabajar en un entorno donde las cosas se hacen bien y donde prevalecen principios y valores de ética y de buenas prácticas.
Es función del profesional lograr que la dirección de la empresa perciba que un sistema de Compliance debe ser entendido como una inversión que pone el foco en el crecimiento y en la consolidación de la mejora continua y nunca como un gasto necesario para evitar sanciones.
El desafío del maquillaje
Con más frecuencia de la que cabía esperar nos encontramos con clientes que han implementado su modelo de Compliance pero que no han logrado llevar a cabo un plan de seguimiento. Lo que, en términos del 31bis, es denominado supervisión, vigilancia y control.
Quienes así proceden incurren en un gran error: lo que tienen es simplemente una operación de maquillaje.
El desafío de la eficacia
Es lo cierto que son muchas las empresas que ya han incorporado un modelo de Compliance a su organización; tanto como que un buen número de estas compañías no alcanzan un mínimo estándar de eficacia. Hasta el punto de que disponer o no disponer de un Compliance no les aporta ninguna diferencia.
El desafío del abogado consiste en ejercer su liderazgo en la implementación del programa de Compliance hasta lograr que sea percibido por toda la organización como un valor que ayuda al negocio, en lugar de un inconveniente o un obstáculo. Esta función es esencial para todo profesional decompliance.
El desafío del profesional es identificar las claves para que un sistema de Compliance resulte eficaz en la empresa cliente.
Las claves de un modelo de Compliance
Las claves para que el profesional supere de manera exitosa estos desafíos podrían ser:
- Empoderar al equipo directivo acerca de los valores que aporta un Compliance a la organización, más allá de operar a modo de cortafuegos.
- Entender que un programa de compliance de mero maquillaje en el que no se active un plan de seguimiento periódico no sirve de nada.
- Identificar los obstáculos que la organización tiene para lograr un Compliance eficaz. Es esencial conocer las limitaciones de la empresa cliente.
- Evaluar los recursos de que dispone la empresa para conciliar estos con las acciones a tomar. A mayor cantidad de recursos, mayor exigencia de compliance.
- Entender que no es lo mismo un Compliance para la gran empresa que para la pyme.
- Aplicar el principio de proporcionalidad en la implementación de un sistema de Compliance en función del tamaño y de los recursos de la organización con el fin de hacerlo asequible.
- Aplicar el principio de avance progresivo y programado en el desarrollo de un sistema de compliance, en función del tamaño y de los recursos de la organización con el fin de hacerlo viable.
- Sugerir la externalización del servicio de seguimiento de un Compliance, cuando la empresa no disponga de recursos internos adecuados.
¿Qué sugerimos en Tirant Compliancers?
Sugerimos al profesional que haga uso de las diferentes propuestas de trabajo que presenta nuestro software.
Para las pymes que disponen de recursos humanos o financieros suficientes para desarrollar un seguimiento completo de un modelo de compliance, proponemos que active el Plan de Comunicación periódico a todos los integrantes de la organización y, a su vez, active el Plan de Acción de manera escalonada y progresiva; Esto es, analizando cada año un número determinado de delitos, sin agotar de una vez todo el catálogo de delitos posibles.
De esta forma, evitará el “compliance fatigue” y hará viable que la empresa cliente vaya creciendo en su cultura de compliance de manera ordenada y gradual.
Para las pymes que carecen de recursos, nuestra sugerencia es que activen el Plan de Comunicación a todos los miembros de la empresa y omitan activar el Plan de Acción.
La experiencia nos dice que este tipo de pequeñas empresas no están en condiciones de abordar este plan de trabajo.